sábado, 24 de agosto de 2013

GRACIAS

Joaquín Roberto Jiménez Carrillo

Me cuesta, esa es la frase que más le he oído en todo el tiempo que la llevo conociendo. Después se sucedía una interminable letanía de motivos y justificaciones de porqué le costaba tanto. No cabe duda, está atascada, embaucada, dominada, apresada en una situación que no desea pero que no puede evitar. Yo le comento que no es fácil, que los cambios son paulatinos y se dan sólo si tenemos coraje suficiente y perseverancia, que no hay que hacer en un día lo que no hemos conseguido hacer en meses, años….pero que es posible, que sólo la determinación firme podrán lograr el ansiado milagro, pero que hay una condición indispensable para que ocurra, que ella crea que puede ocurrir, con eso es más que suficiente para empezar, pero también sé que no es cuestión de exigencias y cojones, si no más bien de todo lo contrario, de derrota ante la evidencia y de dulce entrega a la verdad y a la confianza de la posibilidad de poder cambiar la inmensa mayoría de las cosas que te incomodan en la vida, que te hacen sufrir, que te la hacen mucho, mucho más difícil y que por algún lado hay que empezar y que como siempre el lugar más acertado es por el principio, sé que puede parecer una perogullada, pero cuántas veces nos olvidamos de las cosas más simples, de los procedimientos más lógicos, con más sentido común. El principio siempre es el reconocimiento del problema en su justa medida.
A partir de ahí, todo es una adecuada mezcla de perseverancia, paciencia y acción. Tienes un guión dentro de ti, si no estás capacitada para darte cuenta, para ser consciente, sólo debes tener la humildad de pedir la ayuda necesaria en el lugar acertado. Es cierto que te puede costar tiempo y dedicación, pero ya sabemos que quién algo quiere, algo le cuesta. Esa palabra que es la que más te he oído en todo el tiempo que llevo conociéndote. Pero, deja que te diga una cosa, si te cuesta es porque lo estás haciendo de verdad, porque lo estás intentando de verdad, porque estás en el camino. Ya no tienes más opción que crecer, aprender, madurar. Primero será a base de esfuerzo, pero en un espacio más o menos largo, lo harás más fluido, más fácil y entonces entenderás que estás aquí para algo, que para ese algo que estás es bueno para ti, que te has enganchado al carro bueno, que tienes la suerte que mucha gente no sabe ver. Y, nunca lo olvides, todo empezó por un gran problema, por una situación dramática, quizás autodestructiva, que podía haber acabado contigo definitivamente, pero que hoy en día se ha transformado en una bendición para ti, porque fue ese laberinto oscuro y desesperante el que te dio la oportunidad de hacerte contactar con tu verdadero ser y te decidió a vivir una vida de verdad, una vida plena. ¿Cómo no te iba oír decir con tanta insistencia, “no puedo, me cuesta mucho!”, si el premio que te esperaba era tan grande?. Enhorabuena por ser tal y cómo eres, por estar justo en el momento que estás y agradezco al firmamento entero haberte conocido y ser testigo de tu transformación milagrosa, qué privilegio es poder asistir a este tipo de acontecimientos.¡ Gracias a ti, gracias a la vida!.

Joaquín Jiménez Carrillo

No hay comentarios:

Publicar un comentario