7 acciones que cambiaron mi vida
Son muchas las cosas que hacen que me sorprenda del cambio provocado en mí, no sólo tras haber finalizado el tratamiento, sino durante mi proceso en este.
Hoy quiero centrarme en esos cambios, sé que me acompañarán el resto de mi vida, y que de una forma u otra, siempre deseé que se produjesen.
Ya hablé de mi incapacidad de finalizar nada que me propusiese, llegando al punto de ni siquiera llegar a intentar nada. En esta entrada quiero contarte 7 de los motivos que provocaron que todo cambiara.
1. El consumo dejó de ser mi prioridad:
Esto fue fundamental, darle la oportunidad a mi cabeza de no tener que pensar únicamente en consumir, me permitió dar paso a más, y mejores prioridades. Comenzaba a disiparse el humo.
2- La fuerza de voluntad y el compromiso con uno mismo:
Pues sí, para mí fue todo un descubrimiento, ya no recordaba donde quedó eso que llamaban fuerza de voluntad. Era incapaz de comprometerme a nada. Antes de haberme dicho a mi mismo que iba a hacer algo, ya sabía que no cumpliría con mi compromiso. Descubrir que si era capaz, no sólo provocó que lograra hacer cosas, comprobé la satisfacción de cumplir con esos compromisos.
3- Crear hábitos y rutinas:
Algo imposible para mí previo al tratamiento y durante parte de este. Reconozco que en algunas ocasiones lo intenté, pero me resultó imposible. No ser constante, no tener capacidad de hacer de forma regular y habitual una actividad, hacía imposible embarcarme en nada. Hoy día soy prácticamente incapaz de manejarme sin hábitos y rutinas, quien me lo iba a decir.
4- No ceder ante las justificaciones:
Y es que, si en algo era un experto, se trataba en crear justificaciones para no hacer algo. Pero no sólo crearlas, también hacerlas tan retorcidamente creíbles para agarrarme a ellas como si no hacerlo significase cometer un gran error, y sobre todo, una injusticia. Dejar atrás el credo de las justificaciones supuso liberarme de una gran carga en todos los sentidos.
5- Dar paso a la curiosidad:
Me refiero a mirar más allá de mis narices, más allá de lo vivido, de lo conocido. Atreverme a investigar, abrir mi mente a nuevas opciones, incluso a las más opuestas o inimaginables. Aquí, más que nunca, se cumplía “Open your mind”.
6- No buscar la satisfacción inmediata:
Ay amigo, la imperiosa necesidad de satisfacerme de forma inmediata, “Quiero algo, y lo quiero ya”. Y es que la cocaína me mal acostumbró, y anuló, la capacidad de espera y ser paciente. Descubrir mi aptitud de espera, de aceptar que los resultados, no sólo no son inmediatos, sino que el proceso puede tener momentos amargos, y deberé entender que son parte del recorrido, ha sido fantástico.
7- Creer en uno mismo:
Aunque sea un poquito al principio, imprescindible. Pero darme la oportunidad de creer en mí, en mi nueva actitud ante la vida, fue esencial. Esto no es tarea fácil, sobre todo cuando estás en un tratamiento de adicciones. Imagínate estar durante días, semanas, meses,… removiendo todo aquello que ha ocurrido en tu pasado, que está pasando en el presente, y en muchas ocasiones como protagonista mi lamentable actitud y acciones ante infinidad de cosas. ¡¡Ánimo, se puede superar!!
Como podrás imaginar, estas 7 acciones han provocado que mi vida sea totalmente distinta a la que tenía antes de realizar el tratamiento. Pero del mismo modo que he experimentado un gran cambio a mejor, también, estos mismos hechos, han provocado que se dieran ciertos peligros, y en mi caso, os hablaré de 3 de ellos, pero eso será en la próxima entrada 
Espero, y deseo, que este post te haya aportado tanto como a mi haber aprendido lo que te he contado.
¡Un abrazo
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