jueves, 17 de julio de 2014

Cómo le digo a mi hijo que no consuma drogas?

Stella Rodríguez Maurig

En primer término tendríamos que acordar a qué nos referimos cuando hablamos de drogas, o adicción a las drogas, pues para algunas sociedades el consumo de determinadas sustancias es plenamente aceptado, incluso promovido y ni siquiera cuestionado. ¿Nos vamos a referir solamente a las drogas ilegales?
Por ejemplo el alcohol y el tabaco están socialmente aceptados, por ello aquellos que lo consumen, aunque sea abusivamente, no se sienten "drogadictos".
En nuestro país la cerveza ha ganado tanta popularidad, que hasta ha logrado disociarse del resto de las bebidas alcohólicas (con la excusa de su bajo grado de alcohol) y se asocia con la juventud y la diversión, promovida por los mensajes publicitarios.
¿Cómo explicar entonces a un joven o niño, invadido por un discurso desde los medios de comunicación, los adultos que lo rodean, el grupo de pares, una sociedad entera, que no consuma drogas?

Conviene recordar la repetida frase popular "hay que predicar con el ejemplo", pues resulta que las contradicciones entre lo que dice y lo que se hace abundan en las consultas por adicciones. En el entorno familiar de los jóvenes asistidos por abuso de drogas suelen registrarse dependencias, no necesariamente a las mismas sustancias, pero sí una conducta abusiva.
Conocer cual es el imaginario social, resulta imprescindible para poder efectuar cualquier tipo de prevención. En nuestra sociedad podemos considerar algunas asociaciones tales como: alcohol = diversión, u olvidar las penas, tabaco = ser adulto, ambas son legales por lo tanto está bien consumirlas. Si el éxito está por encima de la salud, menos posibilidad aún de prevenir el uso y abuso. Lo mismo ocurre con los psicofármacos, que encima "los receta el doctor", algunos hasta considerados mágicos, ideales para la demanda del hombre en la actualidad ¡Soluciones ya!¡No hay tiempo, no puedo detenerme!
Si consideramos los factores detectados por los especialistas, que actualmente llevan a los jóvenes a consumir, podremos obtener una guía para efectuar la prevención.

CAUSAS/CREENCIAS MEDIDAS PREVENTIVAS:
La droga alivia mi angustia, no soporto mis penas, todo me sale mal. Desarrollar estrategias para que pueda tolerar la angustia y las frustraciones, sin recurrir a sustancias tóxicas.
Si no consumo quedo fuera del grupo, no pertenezco a ningún lugar. Promover espacios de contención saludables, grupos de pertenencia donde el acento no esté puesto en el consumo.
El alcohol o las drogas me ayudan a enfrentar esta dura realidad. Poner el énfasis en que la realidad sigue estando aunque nos anestesiemos por un rato, y que precisamente al tratarse de sustancias tóxicas, sumaremos mas problemas a los que ya existen. Podemos usar ejemplos, en la actualidad pueden resultar útiles para los jóvenes el padecimiento de algunos de sus ídolos.
Los "drogones" son los que roban, llevan una vida marginal, abusan, un porro de vez en cuando no pasa nada, yo lo manejo. En primer término conviene conectarse con los indicadores de la realidad: los adictos a drogas ilegales no siempre delinquen, muchos consumidores lo hacen buscando la integración y en los adolescentes funciona como rito de ingreso a la sociedad adulta, aunque cabe recordar que "no son adultos", y la mayoría de los jóvenes no dispone de capacidad para discernir y actuar con su propia voluntad. En ese caso lo más recomendable es el desarrollo de la capacidad analítica y de pensamiento crítico, debiendo intervenir el adulto responsable toda vez que evalúe la falta de capacidad para decidir del joven en cuestión.
Los que tienen problemas con las drogas son solo los droga-dependientes. El consumo ocasional de determinadas sustancias, puede resultar altamente peligroso y algunos suponen riesgos graves. Tal es el caso de jóvenes que consumen alguna sustancia desconociendo su contenido y efectos, el contexto en el que se toma puede dar lugar a accidentes por la falta de cuidado y el descontrol, etc. En este caso conviene prevenir e informar.
Un porro es mas sano que un cigarrillo común. Ambos producen daño, pero la marihuana reduce los reflejos, y produce desorientación temporo-espacial. Algunos jóvenes salen a manejar luego de consumir alcohol o marihuana si considerar lo que ocurre con los reflejos necesarios para conducir un automóvil. En etapa adolescente, puede un padre limitar las salidas si detecta que su hijo no se conduce de modo responsable, y menos facilitar el uso de un vehiculo.
Más allá de la droga de que se trate, sea lícita o no, lo peligroso es el modelo social actual que ofrece como exitoso el consumo, en este caso de sustancias cualesquiera que sean, en desmedro de la vivencia de emociones absolutamente propias de la naturaleza humana como la tristeza, la frustración, el aburrimiento y el desgano en determinados momentos, el bajo rendimiento en otros.
En líneas generales se recomienda:
Favorecer la capacidad crítica, para que el joven pueda enfrentar las presiones sociales
Potenciar valores que se correspondan con una vida saludable.
Promover la utilización del tiempo libre en los jóvenes ofreciendo alternativas que lo motiven, lo mantengan ocupado con parámetros saludables.
Colaborar con el/la joven en la construcción de un proyecto de vida.
Recordar que la prevención comienza en el jardín de infantes, con afecto y puesta de límites. Resulta habitual encontrar en los adictos en recuperación modelos familiares sobre-protectores, y permisivos con las transgresiones de cualquier índole.
En cuanto a la información, no interesa cuantos datos se recopilen sino se comprenden los conceptos para poder aplicarlos en la experiencia de vida. Por lo tanto, se recomienda estar atento a las vivencias, y a modo preventivo recurrir a los talleres organizados por organizaciones especializadas en el tema, que trabajen seriamente.

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