Hablamos aquí de “Las Guerras” que sostenemos con los demás, las que nos debilitan hasta dejarnos
extenuados, sin energía, que provocan nuestro malhumor y disgustos, un mal-estar permanente
que agria nuestro carácter, nos estresa y nos aleja del objetivo de vivir en armonía y en paz.
Su origen está en el sentirnos atacados por una crítica o un juicio, entonces, -cual en una guerra real-
parece que recordamos la frase de Poniatowski (mariscal de Napoleón Bonaparte) “La mejor defensa
es un buen ataque”, y olvidamos que no estamos en ese contexto sino en el de la vida diaria donde
La mejor defensa No es un buen ataque.
Habitualmente, cuando se produce esta situación, re-accionamos. Creemos que no corresponder al
ataque con uno nuestro, nos hace aparecer indefensos. Aprendimos a comunicarnos en base a
“reglas de combate” pero no estamos en guerra.
Si el erizo tuviese un poco de inteligencia no necesitaría armarse con tantas púas. A. Graf
Para tener en cuenta…
-Hablamos de inteligencia emocional.
-“Nadie puede herirte sin tu consentimiento” –nos dijo Eleanor Roosevelt. Se refería a que la medida del daño que sufras será directamente proporcional al poder que le quieras dar a la persona que intenta dañarte y a lo que dice o hace.
“No te tomes nada como personal” –dice el Segundo Acuerdo Tolteca y esto se refiere a que te digan lo que te digan eso habla del que lo dice y no de vos y si en esas palabras hay un rechazo, éste es hacia algo y no hacia vos.
Vos sos quién pone los límites a un posible abuso verbal. Esto no es lo mismo que re-accionar si el mismo se produce. El límite se establece antes por medio de tu lenguaje, tu cuerpo y emoción.
El secreto está en…
Veamos… Opciones…
Podés decir al otro cómo te sentís, lo que percibís sin tratar de probar tu punto, desacreditar el del otro o justificarte.
Podés preguntar sin tratar de controlar la respuesta. Las preguntas son la herramienta más importante para evitar una pelea.
Podés recordar el primer hábito de la gente altamente efectiva que dice Sea Proactivo y se refiere a ejercer nuestra capacidad de elegir nuestras respuestas.
Conversación fallida: -¿Qué me decís? ¿Por qué no te mirás vos?
Cuando respondés a una crítica, de esta forma, estás abriendo una disputa por el Poder. Y es buen momento para que te pregunte: ¿Adónde te lleva esta conversación?
Conversación exitosa: ¿Qué te pasa realmente? ¿Qué es lo que te molesta? ¿Qué necesitás?
Cuando le das su espacio al otro, es muy probable que la conversación tenga un buen resultado.
El ataque es la peor respuesta. Cierra los espacios de posibilidades, aumenta la tensión.
La comunicación no tiene como objetivo “ganar una guerra o vencer al enemigo”. No hay enemigo del otro lado y mucho menos, una guerra.
Te propongo desafiar a tu Ser Reactivo y transformarlo en tu Ser Activo.
Te propongo vivir en armonía y sin estrés.
Recordá que vos elegís…
¿Adónde te llevan los gritos y enojos? ¿Cuál es el resultado?
¿Adónde te llevan las conversaciones?
¡Vos podés lograrlo!
Empezá hoy.
Comparto con vos, el tráiler de la película “El Discurso Del Rey”, donde podemos ver un excelentísimo Coach en la figura del maestro. Te pido que observes cómo responde ante los enojos del monarca, e insisto en que vos podés aprender a hacerlo, solo se trata de que decidas si querés tener buenas conversaciones o no y si estás dispuesto a intentarlo. ¡Ah! Llamo también tu atención al resultado.
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