sábado, 9 de junio de 2012

Julio Bobes advierte sobre una nueva generación de jóvenes politoxicómanos con problemas de desarrollo cerebral (La Voz de Asturias)



El catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo, Julio Bobes, es coautor del estudio que revela los demoledores efectos de la heroína en los jóvenes de finales de los 70 y comienzos de los 80. La investigación indica que la heroína causó la muerte de la mitad de los toxicómanos en tratamiento con metadona y provocó lamentables efectos sobre la salud de los supervivientes, sobre todo, por la notable prevalencia de VIH-SIDA y hepatitis.
Bobes aprovecha esta investigación para lanzar un toque de atención a las autoridades sanitarias. El catedrático de Psiquiatría le recomienda un “mayor intervencionismo” con el consumo abusivo de drogas, incluido el alcohol, en menores de edad.
El psiquiatra, especialista de la red de Salud Mental del Principado, destaca la importancia de intervenir en los más jóvenes por una razón de peso. “Su proceso de maduración neuronal está en pleno desarrollo”, comenta. “El consumo abusivo de drogas provoca una decorticación cerebral”, añade. Dicho de forma más sencilla, una poda neuronal que les afectará al desarrollo cognitivo en el futuro.
Bobes señala que lo que ha experimentado un “espectacular incremento” es el consumo abusivo de drogas por parte de los menores de edad. Y, dentro de este patrón de nuevas ingestas, se incluye también la heroína. La población menor de edad consume de todo, en muy corto espacio de tiempo de manera vinculada al ocio nocturno. “Son capaces de meterse de todo en sólo tres horas”. Y, por de todo, se incluyen desde psicoestimulantes como la cocaína o las anfetaminas hasta opiáceos como la heroína. El resultado de este cóctel provoca en estos jóvenes la alternancia de efectos de euforia con otros de calma.

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