viernes, 24 de febrero de 2012

ES QUE HAY DIAS....A VECES NOS FRUSTRAMOS PORQUE NO NOS QUIEREN ESCUCHAR POR MAS QUE GRITEMOS Y AVISEMOS QUE ESTO NO ES UN JUEGO


 Juan Damian Sánchez Luque:


,Cuando tenia una nota casi terminada se me ha borrado. Hace tiempo que escribì informando sobre los peligros de la droga llamada "paco" "crack" y otros nombres tiene. Pero lo hacia desde la perspectiva de que tal droga aùn no habia llegado a nuestro pais. Hablo de una droga letal. Los adictos al "crack" son los menos recuperables y los daños que este produce son irreversibles. Los hidrocarburos y acidos que lleva esta sustancia quema, literalmente, pulmones y vias respiratorias y las espectativas de vida de los consumidores son muy bajas y los que consiguen dejar el consumo, que son muy pocos, quedan como muertos vivientes por el daño cerebral que le produjo.
Si en epocas, recientemente pasadas, la heroina se llevò en tres años la vida de cien mil jovenes españoles y el chorreo de muertos por la droga no ha cesado.
Pensemos en una droga mas adictiva y letal que la heroina, ¿que les espera a nuestros jòvenes?. Yo quisiera que alguien me dijera la forma de decir las cosas y que alguien las escuche.
Sè lo mala que es la droga, y en este caso estamos hablando de la peor, y me desgañito advirtiendo y nadie me escucha. Dense cuenta de que yo ya no tengo niños, no tengo nietos. Tampoco me creo el salvador de nada ni de nadie. Pero por favor escuchen.
Se que estamos ante una crisis economica sin precedentes en nuestra historia. Seguro que lo vamos a pasar mal, pero ya saldremos como sea. Y cuando nos hayamos repuesto y miremos a nuestro alrededor y veamos esa plaga de muertos vivientes (¡Joder que no exagero!) a nuestro alrededor, ¿que vamos a hacer con ellos?. Nuestra economia no va a poder con ese peso, nuestro sistema de salud tampoco. Nos veremos sin dinero, con una infraestructuras precarias y con un lastre que no sabemos que hacer con el.
¿Los matamos?, o hacemos como con la reforma psiqiatrica del 83 que abriò las puertas de los manicomios y centros donde los enfermos mentales estaban internados y los echaron a la calle.
Mucha gente no sabe de esta realidad. Hubo centros que acogieron a algunos de estos: yo atendia a los internos de uno y recuerdo que habia personas allì que no sabian ni quienes eran y a las que se les atribuyò un nombre por que de alguna forma  se les tenia que llamar, no puedo dar datos, mis principios y el secreto profesional me lo impiden. Pero no duden de que es muy cierto lo que digo.
Podia estar escribiendo horas y no terminaria, pero, ¿para què?. Termino añadiendo una nota, casi sin sentido, que un dia escribí y ojalà que nunca le encuentren el sentido.
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Las lacras que nos ahogan. Esas que acuden a nuestro tejido social, como pulgas a perro flaco, se agarran a las desnutridas carnes de los menesterosos (olvidada casta que va en aumento) y se ceban en los màs débiles, como siempre; los niños. Niños heroicos, que pese a todas las vicisitudes consiguieron nacer, por que aùn quedaba alguna esperanza de... ser y estàr. Ahora medran a la sombra del desamparo sufriendo en sus cortas vidas las insuficiencias del menesteroso. Dichosos ellos que aùn no han alcanzado la, cada véz más baja edad, del inicio de los consumos, de las evasiones de la realidad terrible que los asfixia. Conoceran los paraisos artificiales de la evasiòn, consumiran a la busqueda de lo que nunca tuvieron y ya le están robando sin haberlo llegado a conocer. Al final, sus vidas, se iran perdiendo junto al pudridero de las hojarascas que producen el follaje de ese frenètico paraiso. Paraiso que les prometieron y que no llegaran a conocer, porque no existe. Los engañaron, los engañamos; les hemos mentido entre todos. Por eso desvalidos e impotentes, tendidos sobre la hojarasca que pugna por ser mantillo, ellos; venden sus exigüos cuerpos. Ofertan su pobre mercancia, con roñas en la piel y bocas desdentadas, a quien necesite un poco de su misera carne y a cambio les de lo que malamente alcanzarà para comprar su proxima dosis de veneno

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