jueves, 20 de noviembre de 2014

Algunas de nuestras vergüenzas más profundas derivan de la cosas que hicimos en el terreno sexual


Jason Morera


Hablame de ti :
Algunas de nuestras vergüenzas más profundas derivan de la cosas que hicimos en el terreno sexual. Nuestro comportamiento
del pasado quizá refleje lo desesperados que estábamos por conseguir drogas y consumir más, o tal vez fuera lo único que podíamos hacer para encontrar amor y contactos. Puede que el abuso sexual también forme parte de nuestra historia y sea increíblemente difícil hablar de ello. A lo mejor creemos que somos los únicos. Al contrario, es de lo más común entre adictos. Encontrar las palabras-y un lugar seguro donde decirlas-puede marcar la diferencia entre saber vivir con nosotros mismos o pasarnos la vida huyendo del pasado. Examinamos nuestra historia en el Cuarto Paso y empezamos a esclarecer quiénes somos a partir de lo que nos ha pasado o lo que hicimos. Sanar lleva tiempo, pero se puede. Debemos ser pacientes con nosotros mismos. Poco a poco llegamos a librarnos de algunas de las heridas más profundas. A medida que empezamos a aclarar parte de la confusión y las contradicciones de nuestra vida, avanzamos con menos equipaje del que trajimos.
Las relaciones afectivas nos cuestan. Los compañeros con experiencia sugieren que nos demos un respiro durante el primer año y pongamos nuestra recuperación en primer lugar, pero pocos hacemos caso de este sabio consejo.
Cuando llegamos a la recuperación, nos sentimos solos, tenemos deseos sexuales y estamos inseguros. Somos emocionalmente novatos y nuestro criterio está aún bastante afectado. Nos tiramos de cabeza a las relaciones para acabar descubriendo que son todo un desafío. Dos personas enfermas raramente hacen buena pareja. Confundimos novedad con amor y nos sorprendemos en una relación de profundo compromiso casi antes de conocernos mutuamente, o tenemos tanto miedo al compromiso que no le demos ni una oportunidad a nuestra pareja. Cuando acabamos atrapados en el circuito de la obsesión y la compulsión, abrimos la puerta a la recaída. Probamos y a veces cometemos errores.
Páginas 107 y 108
Vivir limpios, El Viaje continúa...felices 24 un abrazo

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