Jose Ramirez
Me ayuda muchísimo conocer, estar consciente, de los Principios Espirituales que he practicado y que han pasado a formar parte de mi vida. Tengo que estar muy claro en ello porque en ocasiones pienso que soy como era antes de entrar en recuperación y no es cierto. He cambiado para bien y tener presentes los principios espirituales que practico ayuda a mi autoestima.
A continuación señalo los Principios Espirituales que encontré en el It Works How and Why (1993). Los defino según el texto y según mi experiencia cuando los practiqué en el Cuarto Paso:
- Honestidad: La verdad sobre quién soy, lo que hago, lo que pienso y siento. La practiqué en el Primer Paso con la admisión de mi impotencia ante la adicción y aumentó dramáticamente con el conocimiento de mi mismo en el Cuarto Paso. Fue dolorosa, agridulce, pero necesaria para mi recuperación. Tenía que conocer el problema para solucionarlo y el problema era en un primer paso la adicción pero ella era sólo un síntoma de una enfermedad mayor que era mi personalidad. En el Cuarto Paso comencé a conocer mi personalidad, sus luces y sus sombras. Esto me hizo honesto, conocí mi verdad.
- Fe: No podía verme sin la ayuda de Dios. Era muy difícil para mi atravesar la armadura de la negación y la falsa identidad que había construido. Descansé en el Poder Superior para que me diera la fortaleza necesaria para sobreponer estas barreras y así ver mi verdad oculta tras ellas. Creí, sin saber porqué, que era necesario llevar a cabo un inventario personal y que en efecto, esa era la voluntad de mi Poder Superior. Al hacerlo aumenté la entrega que inicié en el Tercer Paso.
- Buena Voluntad: Demostré con todo lo anterior, con mi honestidad y mi fe, que tenía la mente abierta a nuevas ideas, que le daba la bienvenida a cosas distintas y diferentes con tal de cambiar y lograr una nueva vida. Si había que creer, creía, si tenía que tener fe, la tenía, si valor, lo buscaba.
- Valor: El valor que se requiere para llevar a cabo este inventario no se debe subestimar. Muy pocas personas emprenden una tarea como ésta. No es fácil. Descansar en Dios y dejar el miedo atrás para conocerme y ver los aspectos negativos y positivos de mi personalidad fue un logro inmenso.
- Amor: Dice en la literatura que el inventario es uno de los actos más amorosos que podemos hacer hacia nosotros mismos. Es cierto. Al conocer mi verdad y descubrirla me liberé de las garras de la adicción. Ella utilizaba el miedo para someterme. Con él condujo mi vista hacia mis defectos, los agrandó y me hizo sentir incapaz e impotente. Pero luego del inventario pude ver no sólo su manipulación y su astucia sino también la otra parte de mi: mis sueños, mis ilusiones, mi bondad. Era una buena persona con una terrible enfermedad y luego del inventario podría dejar atrás algunos de mis defectos y emprender el camino hacia mis ilusiones y mis sueños.
- Responsabilidad: Al conocer mi enfermedad pude escoger practicarla o ignorarla. Dejar que ella se apoderara de mi o batallarla con el Poder Superior, los Principios Espirituales y el Poder Superior que los Doce Pasos me transmitieron. Me apoderé de ella como nunca. Por primera vez en mi vida mi adicción estaba arrestada y yo podía mantenerla así practicando mi recuperación en todos los aspectos de mi vida. Esa era mi responsabilidad.
- Integridad: Al descubrir mis valores, lo que valía la pena para mi, estuve dispuesto a practicarlos. Con el Poder Superior recién adquirido no tenía ya razón para evadir la vida y participar de ella orgulloso de ser quien era con mis defectos y virtudes. Entonces mis acciones fueron coherentes con mis valores y descubrí el valor de ser de una sola pieza por dentro y por fuera. Ya no tenía que avergonzarme pues era coherente.
- Libertad: Cuando descubrí qué me limitaba y cómo me traicione una y otra vez pude ser libre de lo que me había sujetado hasta entonces.
Es importante comprender que nunca he practicado estos principios a la perfección. He tenido días buenos y días menos buenos. De eso se trata ser humano, imperfecto y limitado. También es importante reconocer que todo ésto lo hice con la ayuda de un Poder Superior, que sin este poder y solo con mis recursos, jamás hubiera podido contra el poder de la adicción.