martes, 5 de noviembre de 2013

Hoy va a ser un buen día.....

Kike Sanz


Con esta frase me dijo hace ya mucho tiempo mi terapeuta que debería empezar todos los días, levantarme, lavarme la cara, ponerme delante del espejo y repetirla en voz alta.
Como podréis imaginar, en una época en la que yo más que persona era medio zombi, con unos valores curiosos y una prepotencia supina, pues como que aquello me sonó un poco a dogma de secta.

Yo le decía "si claro" pero la realidad es que pensaba que en cuanto pudiera me largaba de allí pitando, mis ganas de tomar estaban pletóricas, contentas y cada vez más en forma. Era imposible que la venda que yo llevaba puesta en los ojos y la armadura de hierro forjado que hacía muchos años que se había mimetizado con mi piel, me dejase entender que es lo que me intentaba decir, incluso ni siquiera darle crédito a semejante chorrada.

Con el paso de los años he conseguido descifrar el "dogma" aquel que todo el mundo entendía y a mí me pareció una soberana tontería, me he dado cuenta en esta pequeña cosa lo que realmente pasaba conmigo y es que yo oía pero no escuchaba. Era imposible hacerlo porque estaba llenito de enfermedad, y la armadura que llevaba no dejaba ni salir ni entrar nada.

Los años de adicción hacen que nos convirtamos en personas particulares, zombis que cohabitan con el resto del mundo pero se rigen por valores diferentes y hechos a medida para cada uno de ellos.

Hoy en día, aunque a veces me cueste horrores, sí que me repito "hoy va a ser un buen día", pero lo hago porque he entendido que la ACTITUD con la que afrontas la vida y el día a día, determinan en un porcentaje altísimo el devenir de los acontecimientos.

Por lo que yo os invito a tod@s a que digáis cada mañana, HOY VA A SER UN BUEN DÍA
Hoy va a ser un buen día.....

Con esta frase me dijo hace ya mucho tiempo mi terapeuta que debería empezar todos los días, levantarme, lavarme la cara, ponerme delante del espejo y repetirla en voz alta.
Como podréis imaginar, en una época en la que yo más que persona era medio zombi, con unos valores curiosos y una prepotencia supina, pues como que aquello me sonó un poco a dogma de secta.

Yo le decía "si claro" pero la realidad es que pensaba que en cuanto pudiera me largaba de allí pitando, mis ganas de tomar estaban pletóricas, contentas y cada vez más en forma. Era imposible que la venda que yo llevaba puesta en los ojos y la armadura de hierro forjado que hacía muchos años que se había mimetizado con mi piel, me dejase entender que es lo que me intentaba decir, incluso ni siquiera darle crédito a semejante chorrada.

Con el paso de los años he conseguido descifrar el "dogma" aquel que todo el mundo entendía y a mí me pareció una soberana tontería, me he dado cuenta en esta pequeña cosa lo que realmente pasaba conmigo y es que yo oía pero no escuchaba. Era imposible hacerlo porque estaba llenito de enfermedad, y la armadura que llevaba no dejaba ni salir ni entrar nada.

Los años de adicción hacen que nos convirtamos en personas particulares, zombis que cohabitan con el resto del mundo pero se rigen por valores diferentes y hechos a medida para cada uno de ellos.

Hoy en día, aunque a veces me cueste horrores, sí que me repito "hoy va a ser un buen día", pero lo hago porque he entendido que la ACTITUD con la que afrontas la vida y el día a día, determinan en un porcentaje altísimo el devenir de los acontecimientos.

Por lo que yo os invito a tod@s a que digáis cada mañana, HOY VA A SER UN BUEN DÍA

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