
Recibimos en nuestra niñez apoyo o desamparo lo que de adultos nos hace conservar actitudes de nuestra infancia que afectan nuestra vida de adultos, este es el Niño CODEPENDIENTE Perdido.
El niño CODEPENDIENTE no nació, se hizo. El niño a medida que crecía intervinieron en su crecimiento emocional los seres más allegados a él.
Si este niño sano recibe buenas influencias como apoyo, reafirmación de lo que vale, amor, comprensión, protección, etc., crece bien consigo mismo y con la sociedad que le rodea y no necesita de otros para valerse por si mismo tanto física como emocionalmente.
Si el niño sano crece carente de mensajes positivos, de amor “te queremos mucho”, de reafirmación “estas haciendo bien las cosas”, de protección “aquí estamos para cuidarte siempre”, este niño se sentirá en abandono, con baja autoestima, buscando le reconozcan lo que hace, deseando caerle bien a la gente, buscando siempre aprobación y ya de adultos soportando actitudes inaceptables para recibir todo lo que no recibió en su niñez.
Los niños CODEPENDIENTES vienen de ambientes disfuncionales, que no funcionaban o funcionaban mal, en donde los progenitores no sabían amar, no sabían como amarse ellos mismos o eran capaces de dar amor sano. Este niño CODEPENDIENTE se avergüenza de su familia, sabe que no es como los demás, se siente raro, pero en silencio ya que no debe decir nada, en su familia todo es un secreto (lo que aquí pasa, aquí se queda).
Recibe en su entorno familiar burlas críticas, enseñanzas para tratar de ser más vivo que los demás para aprovecharse de ellos, aprendiendo a ser deshonesto y sentir que no vale a menos que sobresalga. Este niño CODEPENDIENTE menospreciado no vale por lo que es, sino por lo que hace y de esta forma crece con baja autoestima. “Si no valemos para nuestros padres, no valdremos para los demás”, piensa inconscientemente.
El niño CODEPENDIENTE esta en una lucha constante para sobrevivir de ese entorno abusivo y adopta conductas para protegerse y no sentirse tan mal, empezando a comportarse como niño-adulto y adopta prematuras responsabilidades que no le corresponden o no esta en capacidad emocional de superar hasta agostarse al máximo.
El deterioro mental de este niño es progresivo, su energía emocional es reprimida, sus heridas emocionales crecen, su búsqueda de aprobación de amor son continuas, el comportamiento autodestructivo no para y sobretodo se sigue de adulto con el deseo de sobrevivir como en la niñez.
El niño o niña CODEPENDIENTE desde su niñez hasta ser adulto se sentirá inseguro, vacío, con parte de su vida emocional muerta, sin satisfacciones emocionales como el amor sano, amistades verdaderas, religiosidad que le llene, buscado la felicidad que de niño nunca llegó a tener, a la sumo buscará no tener una crisis por resolver y a eso le llamará felicidad.
CODEPENDENCIA.NET.
No hay comentarios:
Publicar un comentario