martes, 20 de agosto de 2013

DEDICATORIA

Joaquín Roberto Jiménez Carrillo


SÍ, es verdad!, podría parecer una quimera inalcanzable o incluso no aconsejable, pero, decidme en honor a la verdad más auténtica que rige la vida de nosotros, los simples, fascinantes e imprevisibles seres humanos y su concupiscencia con la misma naturaleza de la vida en sí misma y sus inexplicables aconteceres, es decir, la vida tal cual es. Quién puede asegurar con total fidelidad y acierto qué nos deparará la vida a cada uno de nosotros y cómo nos lo deparará, hay algún vidente en mi agenda o fuera de ella que pueda responder con absoluta fiabilidad a tan clara y determinante cuestión?
Perdonen mi osadía, pero después de oír con todo el respeto que merece cualquier persona, ya sea allegada o no, aun sabiendo que hay y habrá muchas posibles respuestas, permítanme que yo me guarde la mía, que, por supuesto es de carácter agnóstico y, como todas, subjetiva; quién coño sabe nada de nadie de verdad. Si ya cuesta saber de uno mismo. Hagan por favor un trabajo de introspección por inmersión en los abismos y más íntimas profundidades de cada uno de vosotros. Qué surgen certezas o dudas?, existe alguna respuesta clara e incuestionable, vaya algo parecido a un dogma particular y personal, o, por el contrario después de la inmersión emergerás lleno de dudas y preguntas sin respuesta. A mí, particularmente, me fascina la segunda opción y he de confesar que los que salgan a flote alentados y poseídos de la primera opción, me dan un poco de yuyu. No lo puedo evitar, pero les tengo aversión e incluso miedo a los que creen tan ciegamente que se le acaban las preguntas sin respuesta, que, al menos, de cara al exterior se muestran convencidos de estar en posesión de “no sé qué verdad incuestionable”. Para mí alejarse con las aparentes respuestas aseguradas de la sana aunque inciertas preguntas y posibles respuestas, pero impregnadas de la duda interminable me pone, me hace curioso, me excita en el camino. Sé que soy valiente en ese aspecto, confieso que yo vivo en la incertidumbre y, por lo tanto, llevo de mi mano una curiosidad natural, insaciable, esa que me pregunta continuamente: Estás seguro del todo? Y yo tengo que responder, la verdad es que no. Y es esto, aunque pueda parecer paradójico lo que me hace es estar más vivo, vivir mi propia vida desde la incertidumbre con la más absoluta entrega y pasión. Yo no sé si esto es o no muy común, pero sí que sé que es mi verdad, mi creencia, mi experiencia.

Joaquín Jiménez.

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