¡Qué diferentes las fotos! Un antes y un después, y un único mensaje: ¡Se puede!
Si yo salí, ¿por qué vosotros no?

Escuchando música de los 80, mi época veinteañera, todavía no pensaba en la droga ni por asomo. Eramos una pandilla grande de amigos, cada cual más bestia. Madrid, en esa época, se nos hacía pequeño, amoríos aquí y allí, poca malicia y sí muchas ganas de vivir y disfrutar. Fue un gran periodo para los amigos que formábamos la panda.Cualquier motivo era suficiente para salir y quedar, bebíamos (bastante) cubatas, era parte de la juerga, mira por dónde ninguno ha quedado alcoholizado, al menos que yo sepa. Dinero, buenos coches, motos, sexo, muchos recuerdos, noches excitantes que a veces no terminabas en tu casa, negocios familiares, responsabilidades y juergas. Cócteles, todos muy estresantes, viviendo siempre al límite, ejecutivos con 25 años, viajes por el mundo, todo corría a la velocidad del rayo, era una montaña rusa, pero con una velocidad endiablada, motos a 240 km/h, todo llevado al limite, mujeres mayores que tú, así corría la vida, tu apartamento, tu gimnasio, tus primeros anabolizantes para muscular, viajé a Venezuela a casarme y vuelta, sin casarme.
Un día en el gimnasio alguien te dice: “¿Quieres un poco de coca?”, contestas: “No”, porque no entraba en tus

esquemas, pero otro día te regalan un gramo y ‘flash’, ........................................
LO PUEDES CONTINUAR LEYENDO EN EL SIGUIENTE ENLACE: