Uno de los motivos de gran sufrimiento es nuestra tendencia a tomarnos lo que otro hace o dice,
en forma personal.
Las personas que hablan para menospreciar, insultan o gritan, tiene un resentimiento, un rencor en sí mismas que no tiene nada que ver con nosotros. Quizás te resulte difícil de comprender pero es así. Si interpretás que quieren dañarte, te sentirás mal y entrarás en su juego.
Si en vez de vos, fuera otra la persona que escucha, las palabras, el discurso sería el mismo porque no se trata de quien lo recibe sino de que ellas puedan hacer lo que entienden como catarsis.
Preguntate qué les está pasando para emitir un mensaje tan negativo y que aumenta su ira –porque la catarsis no se realiza-, escuchá con serenidad y seguí adelante.
Vos podés elegir a qué querés atender de lo que escuchás.
Y te pregunto: ¿Qué beneficio tenés quedándote con ese “regalo” que el otro te hace cuando podés rechazarlo?
Me gustaría que me cuentes qué pensás de esto.
¿Identificás alguna situación en que te haya pasado?
¿Podés no tomarte estos episodios en forma no personal?
Te escuchamos.
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