Ser Asertivo
En muchas ocasiones, unas de las consecuencias de nuestra adicción activa a sustancias psicoactivas han sido una serie de enfermedades. Entre ellas, la infección con el virus HIV.
Durante la reinserción social, esta realidad se nos presenta con muchísimas preguntas. ¿Podre conseguir pareja?, ¿Debo contar a todas mis ocasionales parejas que tengo el virus?, ¿Cuándo de
bo abordar ese tema en la pareja?, ¿Y si pierdo mi pareja por contarle?.
Muchas veces los adictos en recuperación hacemos un uso nocivo de las enfermedades, por esa costumbre de embrollarnos y boicotearnos. Por eso, lo mejor es mantener las cosas simples.
La primer distinción que debemos tener clara es que Uno no es la enfermedad, somos mucho más que la mera presencia de un virus en nuestro cuerpo.
La segunda es que tener un virus no nos convierte en especialistas. Debemos consultar al médico, seguir sus indicaciones y evacuar todas nuestras dudas. Tanto en lo que respecta al tratamiento de la enfermedad, como sus vías de contagio y posibles medidas preventivas.
Y en tercer lugar, mantener una actitud de abierto combate a los mitos. Esto es cuestionar todo lo que creemos saber, como la falsa idea de que "con preservativo se goza menos" o "jamás conseguiré pareja por el virus" o "si tengo relaciones con otros portadores no importa usar preservativo".
/// Ama responsablemente
El sexo es práctica fundante de todo ser humano. Tener en nuestro cuerpo un virus de transmisión sexual no implica tener que condenarnos a una vida de celibato. Pero si conlleva querernos bien y respetarnos.
Respetarnos es cuidarnos a nosotros mismos y a los demás. Muchas veces me han preguntado si al proponer usar preservativo en la relación, uno no delata su condición de portador. No, para nada.
Es el primer paso hacia la construcción de una relación de mutua confianza con tu pareja ya sea ocasional o no.
Utilizar preservativo no solo es una forma de cuidar al otro, también es cuidar de nosotros mismos. Nuestra pareja puede ser portadora del virus y no saberlo. El uso del condón es la mejor manera de evitar la reinfección.
/// Debo decir que tengo HIV
No hay recetas. Lo primero a comprender es que uno no es el virus y que con una práctica sexual responsable, no ponemos en peligro a nuestra pareja ocasional.
Y aquí vale la pena señalar un punto interesante. Quienes somos portadores de enfermedades de transmisión sexual hemos llegado a descubrir que el sexo no solo se limita a la penetración. Y que existe todo un universo de posibilidades de goce que eran desconocidas para nosotros.
Decidir no contar que somos seropositivos ante una relación casual no significa que vamos a actuar irresponsablemente por la vida. Sino que arbitraremos las medidas de cuidado para nosotros mismos y para los demás que sean necesarias.
Siempre teniendo presente que toda pareja que se consolida en el tiempo, nace de un encuentro casual.
Es decir, si la pareja avanza y se construye un clima de confianza mutua, llega un momento en que uno no puede evadir "la conversación". Esa que generalmente es la fuente de los mayores miedos.
En mi experiencia personal, esos "grandes miedos" no son mas que monstruos producto de nuestra imaginación y lo mejor es hablar en forma franca, ayudando al otro a comprender nuestra enfermedad para que ambos podamos cuidarnos mutuamente.
Al fin de cuentas, eso es mantener una vida sexual saludable y responsable.
Muchas veces los adictos en recuperación hacemos un uso nocivo de las enfermedades, por esa costumbre de embrollarnos y boicotearnos. Por eso, lo mejor es mantener las cosas simples.
La primer distinción que debemos tener clara es que Uno no es la enfermedad, somos mucho más que la mera presencia de un virus en nuestro cuerpo.
La segunda es que tener un virus no nos convierte en especialistas. Debemos consultar al médico, seguir sus indicaciones y evacuar todas nuestras dudas. Tanto en lo que respecta al tratamiento de la enfermedad, como sus vías de contagio y posibles medidas preventivas.
Y en tercer lugar, mantener una actitud de abierto combate a los mitos. Esto es cuestionar todo lo que creemos saber, como la falsa idea de que "con preservativo se goza menos" o "jamás conseguiré pareja por el virus" o "si tengo relaciones con otros portadores no importa usar preservativo".
/// Ama responsablemente
El sexo es práctica fundante de todo ser humano. Tener en nuestro cuerpo un virus de transmisión sexual no implica tener que condenarnos a una vida de celibato. Pero si conlleva querernos bien y respetarnos.
Respetarnos es cuidarnos a nosotros mismos y a los demás. Muchas veces me han preguntado si al proponer usar preservativo en la relación, uno no delata su condición de portador. No, para nada.
Es el primer paso hacia la construcción de una relación de mutua confianza con tu pareja ya sea ocasional o no.
Utilizar preservativo no solo es una forma de cuidar al otro, también es cuidar de nosotros mismos. Nuestra pareja puede ser portadora del virus y no saberlo. El uso del condón es la mejor manera de evitar la reinfección.
/// Debo decir que tengo HIV
No hay recetas. Lo primero a comprender es que uno no es el virus y que con una práctica sexual responsable, no ponemos en peligro a nuestra pareja ocasional.
Y aquí vale la pena señalar un punto interesante. Quienes somos portadores de enfermedades de transmisión sexual hemos llegado a descubrir que el sexo no solo se limita a la penetración. Y que existe todo un universo de posibilidades de goce que eran desconocidas para nosotros.
Decidir no contar que somos seropositivos ante una relación casual no significa que vamos a actuar irresponsablemente por la vida. Sino que arbitraremos las medidas de cuidado para nosotros mismos y para los demás que sean necesarias.
Siempre teniendo presente que toda pareja que se consolida en el tiempo, nace de un encuentro casual.
Es decir, si la pareja avanza y se construye un clima de confianza mutua, llega un momento en que uno no puede evadir "la conversación". Esa que generalmente es la fuente de los mayores miedos.
En mi experiencia personal, esos "grandes miedos" no son mas que monstruos producto de nuestra imaginación y lo mejor es hablar en forma franca, ayudando al otro a comprender nuestra enfermedad para que ambos podamos cuidarnos mutuamente.
Al fin de cuentas, eso es mantener una vida sexual saludable y responsable.
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