sábado, 28 de julio de 2012

Leer y reflexionar(buena canción)


Juan José Santana Armas
Estamos comiéndonos unas papas arrugadas con sardinas fritas, pan calentito bañado con almogrote y un buen vino blanco. Almogrote es una palabra desconocida para el word, porque la subraya cuando la escribo. A mi lado están dos amigos en la misma mesa y acompañando en la tertulia, tenemos a una cuarta persona harto de coca y mas de una copa de parra gomera. Los tres que estamos en la mesa miramos de vez en cuando al cuarto acompañante, pero el único comentario que hacemos es con muecas del movimiento que hace dicho acompañante con la boca, porque la coca te desencaja la mandíbula de tal forma, que pareces una cabra comiendo hierba. De vez en cuando nos decía algo que nos costaba entenderlo porque estaba demasiado puesto. También tenemos cerca en otra mesa vecina, a dos turistas ingleses que cuando miraban el tarro de barro con el almogrote preguntaban entre ellos, que sería esa especie de mantequilla color calabaza y decido invitarles a probar dicho almogrote. Les encantó y nos lo comimos entre todos, mientras les explicábamos la forma de hacer dicho producto gomero. No recuerdo ni cuando arrancó de la mesa el harto coca, porque la verdad es así y por la noche en casa, rebobinando y haciendo un resumen de los distintos acontecimientos del día, vino a mi cabeza aquella situación vivida en el almuerzo sin ánimos de criticar negativamente, sino de buscar explicaciones aunque fueran o fuesen sin razón. La persona en cuestión harta de coca, tiene un problema grande, la soledad. Además tiene algún familiar muy enfermo, pero no estamos diciendo que esto sea una excusa para drogarte, porque drogarte es añadir un problema más a la vida, a tu cuerpo, a los que rodean tu espacio. Casi siempre suelo hablar por experiencias de la vida y todos sabemos que detrás de todas las personas hay un mundo cargado de verdades y mentiras, de alegrías y sufrimientos. Ahora mismo la mejor droga son las papas arrugadas con mojo verde, pero que no tenga mucho ajo para no estar eructando mucho después de comerlas. La mejor droga son los amigos sentados contigo en una mesa aunque no hablen, solo mirarnos con amor del bueno. La mejor droga es madrugar para aprovechar los días que van pasando y jamás volverán. La mejor droga son las reuniones con los familiares que tengas la suerte de todavía tenerlos en vida. Ahora mismo mi droga es escribir compartiendo todo aquello que pueda y quiera, esperando respuestas o simplemente llegar aunque sea a una persona, a la reflexión. Anoche soñé despierto con un amigo de los que acompañaba en la mesa y él me dijo delante de otras personas, ¿Tú te drogas?, y le respondí, "Ahora mismo mi droga eres tú, quitándome la leche condensada del cortado porque engorda"....

No hay comentarios:

Publicar un comentario