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Un fármaco utilizado para tratar ciertos tipos de linfoma parece ser capaz de destruir los reservorios de VIH escondidos y latentes en pacientes que reciben tratamiento antirretroviral. La existencia de reservorios de VIH latentes persistentes en el sistema inmunológico, inaccesible para los tratamientos contra el virus, es una de las razones importantes por las que reaparece la infección una vez que los pacientes dejan de tomar su medicación. Los expertos saben que la eliminación de dichos reservorios es fundamental para erradicar el virus y curar la enfermedad.
En el estudio, que publica Nature, los investigadores de Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (EE.UU.), en colaboración con científicos de la Escuela de Harvard de Salud Pública, Instituto Nacional del Cáncer, de Merck y la Universidad de California en San Diego, se detallan una serie de experimentos diseñados para evaluar el potencial de vorinostat, un inhibidor de la deacetilasa que se utiliza para tratar algunos tipos de linfoma, para activar e interrumpir el virus latente.
Escondite del VIH
En un principio se comprobó que el producto era capaz de desenmascarar los reservorios. Posteriormente, se administró a ocho varones infectados con VIH que estaban recibiendo la terapia antirretroviral y se valoraron los niveles de actividad del VIH.
Los resultados mostraron que, en los pacientes que recibieron vorinostat, la presencia de virus en sangre era 4.5 veces mayor que antes de recibir el fármaco, una evidencia de que el virus estaba siendo desenmascarado. Este es el primer estudio clínico, en humanos, que demuestra el potencial de los inhibidores de deacetilasa para atacar a la latencia de los reservorios de virus latentes.
«Este trabajo proporciona evidencia convincente de una nueva estrategia para atacar directamente y erradicar la infección latente por VIH», subraya David Margolis. Según el experto, este puede ser un camino para curar el sida, uno de los objetivos sobre los que trabajan ahora los investigadores y que ha sido uno de los temas estrellas de la Conferencia Internacional del Sida de Washington donde se presentó la Estrategia Científica Global Hacia una Cura del VIH, cuyo objetivo es trabajar para lograr un tratamiento que sea «efectivo, seguro y asequible » que logre curar la enfermedad y que, por tanto, acabe con la necesidad diaria de tomar antirretrovirales
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