lunes, 11 de junio de 2012

Nomofobia


Nomofobia, pánico a salir de casa sin móvil

ESTE TRASTORNO, QUE SE MANIFIESTA EN FORMA DE ANSIEDAD, INQUIETUD Y CONSULTA CONSTANTE DEL TELÉFONO, AFECTA AL 53% DE LA POBLACIÓN
PAMPLONA, M. GONZÁLEZ - Lunes, 11 de Junio de 2012
SI eres de las personas que al olvidar el teléfono móvil en casa les entra el pánico e invade la ansiedad por sentirse desconectados del resto del mundo, puede ser que seas uno de los muchos alrededor del mundo que sufren de nomofobia. La nomofobia es definida como el miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil. El término es una abreviatura de la expresión inglesa no-mobile-phone phobia.

El teléfono móvil es usado por el 93% de la población navarra. España es el país con más teléfonos móviles por habitante, casi 10 millones de personas utilizan whatsapp para enviar mensajes, fotos, etc y el 33% navega en Internet a través de su teléfono. Todas estas cifras hacen que la Comunidad Foral sea especialmente sensible a este tipo de nuevas enfermedades.
Estudios realizados por el Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad revelaron que casi el 53% de los usuarios de teléfonos móviles tienden a sentir ansiedad cuando "pierden su teléfono móvil, se les agota la batería, el saldo, o no tienen cobertura en la red", explica Marina Dolgopol, directora del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA) en España. La psicóloga considera muy interesante el anuncio del departamento de Salud sobre la posibilidad de incorporar las adicciones a las nuevas tecnologías al Plan de Drogodependencia. "Me parece interesante no solo como profesional de la salud mental sino poniéndome en el lugar de las personas que padecen este tipo de trastornos. Los grupos de riesgo son amplios y van desde universitarios a trabajadores autónomos pasando por altos ejecutivos, que llegan a trabajar un 25% más del tiempo que les corresponde porque se llevan sus teléfonos inteligentes a casa y siguen trabajando desde allí. Es importante el apoyo de las administraciones en forma de ayuda para los afectados y de inversión en la investigación".
Según el CEETA, salir a la calle sin móvil puede crear inestabilidad, agresividad y dificultades de concentración, síntomas típicos de los trastornos de ansiedad. Suele estar acompañada de síntomas como malestar general, hipervigilancia, inquietud, temor a estar desconectado o aislado: sentir que el teléfono o las conversaciones mantenidas generan tranquilidad, comprobación constante de la recepción de mensajes, mails y visitas a las aplicaciones de redes sociales, pérdida de oportunidades laborales, consulta permanente de noticias, preocupación desmedida por lo que pudiera suceder si la persona no está conectada, crisis de pánico, agorafobia.
Este padecimiento creció un 13% en los últimos cuatro años, debido a que cada vez son más los consumidores que se ven atados a sus teléfonos inteligentes ya que la tecnología es cada vez más accesible y económica. "Una persona consulta su teléfono móvil una media de 34 veces al día", explican desde CEETA.
"Las personas que sufren nomofobia expresan que su teléfono es su vida, que lo es todo, y les brinda la sensación sobre todo de sentirse acompañados", asegura Dolgopol.
Las mujeres y los adolescentes suelen ser más propensos a padecerla. Los adultos ejercen una influencia importantísima en la vida de los niños a través de su comportamiento llevando a situaciones tales como no poder dejarlo incluso en los momentos de una reunión familiar como puede ser compartir una cena o reunión. Los jóvenes de entre 18 y 24 años son los más propensos a padecer nomofobia. Dentro de este rango, el 8% de los universitarios son los que más lo sufren. Según la psicóloga, "la clave es aprender a controlarse, desprenderse del móvil de forma gradual, afrontar de forma aislada las sensaciones y pensamientos negativos derivados de este padecimiento como pueden ser las crisis de pánico".
Para prevenir este problema, se recomienda a los padres evitar que los hijos tengan conexión a la red desde su habitación y establecer unos horarios para un uso correcto de las tecnologías. "Hay que separar momentos. La noche es para dormir y, por lo tanto, el móvil debe de estar apagado; del mismo modo, que la cena es para comer y no para estar con el móvil", explica.
El circuito de prevención de malos usos del móvil comienza en Navarra en los centros educativos, que ofrecen actuaciones dirigidas a prevenir, por ejemplo, el control sobre otras personas a través del móvil no solo con la comunicación oral sino incluso mediante sistemas de localización. También los padres que sospechen que sus hijos o ellos mismos están abusando de esta herramienta pueden acudir a Atención Primaria en busca de orientación y, finalmente, si la situación lo requiere ser atendidos en Salud Mental.

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