- Los nuevos retos para el siglo XXI: consolidar el modelo asistencial basado en el conocimiento y no en las creencias, incorporando las novedades que proceden de los diferents campos, incluídas las nuevas tecnologías de la información
España, diciembre de 2011.- El pasado lunes 12 de diciembre, la Unidad de Toxicomanías del Hospital del Mar celebró su 30º Aniversario. El acto ha rendido homenaje a tres décadas de incansable labor para conseguir que las toxicomanías sean consideradas como una enfermedad psiquiátrica y no, un vicio y por considerar a las personas que consumen drogas, enfermos y no viciosos. Es decir, para pasar de las creencias y opiniones, al conocimiento científico contrastado.
La Unidad de Toxicomanías del Hospital del Mar ha sido clave para conseguir este cambio social necesario hacia las adicciones. Así, desde la creación de la Unidad de Toxicomanías en 1981, el Hospital del Mar inició de forma pionera, un camino que le ha llevado a compaginar la atención sanitaria con la investigación aplicada a la clínica, siendo centro de referencia y sus profesionales, expertos de reconocido prestigio nacional e internacional. Su experiencia dirige el conocimiento hacia la mejora de la atención y la resolución de los problemas reales de las adicciones a pie de cabecera de los pacientes.
En esta línea de voluntad de conocimiento de las nuevas realidades en torno a las adicciones y de aplicación de los nuevos conocimientos a la asistencia clínica, esta Unidad también fue una de las primeras en integrar las adicciones al Servicio de Psiquiatría "Era necesario integrar en una sola red la salud mental y las adicciones", explica el Dr. Antoni Bulbena, director del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones (INAD) del Hospital del Mar "para poder cambiar la visión de la sociedad hacia los enfermos con drogadicciones. Esta decisión ha permitido ofrecer los mejores tratamientos y soluciones a cada problema y a cada realidad: heroína, cocaína, drogas recreativas ,...", sigue el Dr. Bulbena. A pesar del gran paralelismo que existe entre las toxicomanías y otras enfermedades crónicas en que los "estilos de vida" tienen un papel fundamental, esos otros enfermos nunca han tenido el trato que han sufrido los drogodependientes, como explica la Dra. Marta Torrens, directora del Proceso de Atención a las Adicciones del INAD: " esos otros enfermos en el que el estilo de vida tiene un papel fundamental (hipertensos, etc.) nunca han sufrido el estigma o el recelo de la sociedad ni de los responsables políticos. Nadie duda de que un diabético o un hipertenso tenga que ser atendido o se le dé el tratamiento necesario, aunque siga fumando, no haga ejercicio físico o siga sin hacer dieta y, si comparamos las características de unos y otros problemas de salud, el patrón de comportamiento es un punto crucial y todas son enfermedades crónicas, que pueden permitir una vida totalmente normalizada si se mantienen las pautas de tratamiento adecuadas ".
De Unidad pionera a realidad integrada: una adaptación constante
A lo largo de estos años, la labor llevada a cabo se ha fundamentado en dos pilares básicos: la voluntad de conocimiento de las nuevas realidades en torno a las adicciones y la aplicación, a la asistencia, de los nuevos conocimientos desde todos los ámbitos (la neurobiología, la farmacología, la epidemiología y salud pública, la psicología y la psiquiatría). Esta capacidad de adaptación ha hecho que la Unidad de Toxicomanías del Hospital del Mar haya sido pionera en casi todas las realidades en torno a las adicciones y la ha convertido en centro de referencia nacional e internacional.
Diferentes décadas, diferentes drogas, diferentes problemas: de la heroína a las drogas recreativas
En los años '80 fué la epidemia de la dependencia a la heroína y sus complicaciones infecciosas como el SIDA. En aquellos años la atención a las adicciones estaba al margen del sistema de salud y quien se encargaba de los toxicómanos era el Ayuntamiento a través de servicios sociales y ONG. Es entonces cuando el Ayuntamiento de Barcelona crea la primera Unidad de Toxicomanías en el Hospital del Mar. A partir de 1985 se creó el "Plan Nacional Sobre Drogas" y posteriormente se desarrollan la mayoría de las Unidades de Desintoxicación Hospitalaria, en el resto del estado, siguiendo el modelo de la del Hospital del Mar.
Durante los años '90, se desarrollaron los programas de Tratamiento de Mantenimiento con Metadona (TMM) y, también entonces, el Hospital del Mar creó uno de los primeros programas de prescripción y dispensación de metadona en el CAS-Barceloneta y el equipo de toxicomanías del Hospital del Mar fue referente a nivel nacional e internacional en la implementación de este tratamiento basado en el conocimiento científico. Relacionado entre otros con el desarrollo de los TMM, fue disminuyendo progresivamente el consumo de heroína y fue aumentando el consumo de cocaína, hasta el año 2000 en que estalla la epidemia de uso de esta droga.
La década de los 2000 se caracteriza por el aumento del consumo de cocaína, cannabis y drogas de diseño como el éxtasis o el GHB. También el patrón de consumo cambia: aparece el uso recreativo de fin de semana y en forma de policonsumo (cocaína, alcohol, cannabis y alguna droga de diseño) y disminuye la vía de consumo intravenosa. Estos factores, junto con la disponibilidad de programas para evitar el intercambio de jeringuillas y la implantación de las salas de consumo supervisado, consiguen la disminución de las infecciones relacionadas con el consumo de drogas, pero, dadas las características de las nuevas sustancias, aparecen las complicaciones cardiovasculares y , sobre todo, las complicaciones psiquiátricas.
En respuesta a esta nueva realidad, el Hospital del Mar crea una Unidad de Patología Dual para atender a estos enfermos con enfermedad adictiva y, al mismo tiempo, otras enfermedades psiquiátricas. Esta unidad, creada en 2007, fué pionera en facilitar los ingresos directamente desde urgencias para garantizar la accesibilidad de los enfermos más graves, que difícilmente pueden ser atendidos de forma programada.
Posteriormente, en los últimos años, han ido asumiendo o desarrollando nuevos recursos asistenciales siguiendo el mismo modelo de atención sanitaria, basado en el conocimiento contrastado, para los adictos en su propio barrio (CAS-La Mina, CAS-Forum, Unidad de Patología Dual de CAEM).
El futuro
Después de más de 4.000 ingresos, 180.000 interconsultas y 9.000 pacientes diferentes atendidos ambulatoriamente, hay que seguir consolidando el modelo asistencial basado en el conocimiento y la utilización de las nuevas tecnologías.
Después de 30 años, hay que insistir en recordar a la sociedad que, como explica la Dra. Torrens, "la adicción es una enfermedad psiquiátrica, que aparece como resultado de la interacción entre las propiedades farmacológicas de las sustancias, las características propias de la persona que las toma (la vulnerabilidad genética, estilos de de afrontar las situaciones estresantes, ...) y los factores ambientales (la accesibilidad, modos ,...) que la rodean. Por otra parte, de la adicción, actualmente, conocemos mucho mejor los mecanismos neurobiológicos alterados. Es una enfermedad crónica, como muchas otras enfermedades, para la que cada vez disponemos de mejores tratamientos ".
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